Realmente si muriera ahora mismo, no tengo muy claro a donde iría.

el libro que tengo en la mesilla yacería condenado en la página 423 y vosotros no me lloraríais como a un héroe. si, realmente Dios, la sucia noche de mi muerte me regalo la promesa de sus planes reservados. Mi cuerpo vacío, hueco, y de tiza celebraría el paso de los años sin mostrar arruga alguna, sobreviviendo a los hijos que nunca tube, cagándome en todo al relajárseme los queridos esfínteres, dejandoos con mi olor a arte, siendo graciosamente delgada a los 75 años de mi muerte.

adornaria para siempre una cama que jamás luciria sábanas nuevas, con mis huesos creciendo sin los vuestros, hasta que, un amanecer te fijes en las letras que quedaron talladas en mi espalda que nunca acabó de formarse: 'ESTO ES SOLO EL PRINCIPIO'

ahora podías estar seguro de que Cielo o Infierno porfín estaban cumpliendo su promesa.