Ahora tus pezones señalan hacia el oeste mientras mi cuerpo se encuentra a las tres menos cuarto de la vida.
flotando en una atmósfera no muy distinta a la que acostumbraba pesaban nuestras almas. bajo las nubes que rayan nuestros antes estusiastas minutos se encuentra una capa de corcho, cartón y escombros que nos separan de los tristes mortales
y sirven como urinario para negros y gitanos.
estamos todos, por primera vez en mi antigua vida te doy la mano papá y no siento miedo.
todo es igual pero ahora no tenemos miedo a fallar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Inteligencia Artificial