el cuervo negro que perdio la risa; Nunca más

Querido diario soy Margarita.
Pienso en el fin del mundo. Temo la dilatación de mis poemas y no conocer varón.

El último día miramos por la ventana y amamos aquella capa infinita que nos asfixiaba. Culminábamos encontrándonos c0n la parte mas humana de nuestras vidas.
La muerte que compartiamos con los extranjeros, el fin que nos convertia en hermanos.
En mis últimos instantes, mientras las estrellas y mis pies formaban una atmósfera única, no sentí miedo.
Me fusionaba en el vacío. Mi culminación como persona, mis cenizas en el espacio.
La última coca-cola del desierto.