Rota sobre el frío mármol
que ya no siento,
sentada sobre la húmeda
piedra que antes hacia congelar mi sangre
y solía encrespar el bello
de mi cuerpo, te veo.
Te veo en mil pedazos
esparcidos, dulce niña de oro.
Te veo a ti, Julieta.
Julieta con pocas
primaveras,
Julieta antes de ser
Julieta
Julieta antes de olvidar a
Julieta
Julieta antes del amargo
de las noches,
Julieta antes de los nudos
en la garganta,
Julieta antes de la hiel,
Julieta antes del fuego,
Julieta con pijamas de
franela y protegida por la vida que se esconde debajo de las sábanas.
Te miro y sólo dulzura veo
en tus ojos,
Veo a la mismísima
inocencia a las puertas de palacio
Ajena al mundo
Redonda en tus sueños
Te veo amarilla y voladora
Te veo libre y de
porcelana.
llega la noche y los rojos
dragones penetran la fortaleza
arrasan cuanto ven
ardes con ellos
escapas a tierras
desconocidas
tierras de danzas bajo la
luna y fuegos precoces
y no te reconozco.
Y eres otra y eres mujer
Y te olvidas de los lazos
y las trenzas
Y sólo sueñas con la luna
Y no te reconozco
Y te he perdido
Y hueles a final
Y hueles a frio
Y no recuerdas tu nombre
Y has borrado hasta tu
identidad
Y te veo sin reconocerte
Camuflándote entre los que
ya no son,
Los que ya no se ven y
cuyo recuerdo se desdibuja
Te veo sin despedida
Sin flores amarillas
Sin flores blancas
Te veo con lágrimas
congeladas en los ojos,
Sin aliento
Sin voz
Sin ti.
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